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Arcilla:

La materia prima básica que se utiliza en el Zellige Tetuaní es la arcilla local que se difiere de la arcilla de otras zonas de Marruecos. Se trata de una arcilla sólida que contiene una importante cantidad de óxidos de hierro. Sus características influyen mucho en el proceso de elaboración dando lugar a un Zellige mucho más resistente y de alta calidad estética.

La primera fase del proceso de preparación de la arcilla empieza con la eliminación de las impurezas seguido de un proceso de empapamiento de dos días aproximadamente. A continuación, se procede a la criba por medio de un gran tamiz que permite pasar la arcilla pura y liberándola de las partículas gruesas.

Seguidamente, se pasa a la fase de secado cuyo periodo puede durar varios días en función de las condiciones climáticas, ya que el sol cumple un papel esencial en este proceso de secado.

Con la arcilla en su punto se procede al amasado para obtener una pasta homogénea y maleable para finalmente cortarla en piezas rectangulares de 1cm de grosor.

Diseño:

Después de otro periodo de secado, se cortan los rectángulos de arcilla en pequeñas piezas conforme a las figuras geométricas requeridas para cada composición, usando para ello un cuchillo específico y unos moldes de madera. Entonces se procede al tercer secado, antes de introducir las piezas en el horno por primera vez.

Cada composición contiene una serie de figuras que la componen llamadas teselas. Estas pueden ser de 2 hasta 10 teselas, o más, según la complejidad del mosaico.

El proceso artesanal de fabricación también permite la posibilidad de personalizar los modelos disponibles combinando diferentes colores con diferentes composiciones.

Tener un equipo formado de artistas y artesanos permite que exista la posibilidad de crear diseños exclusivos creando nuevas figuras y adaptándolas a cada proyecto.

Cocción:

Una vez secas las piezas de arcilla se introducen al horno de gas, alcanzando una temperatura de aproximadamente 900C°. Pasadas 24 horas se saca el bizcocho del horno estando listo para el esmaltado.

Esmaltado:

Tras el bizcochado, se esmaltan las caras de estas piezas usando la pistola de pintar. El método de la pistola ayuda a controlar el grosor de la huella de esmalte y, por lo tanto, la calidad y el acabado tan característicos del nuestro Zellige. Una vez pintadas las piezas con el color indicado se vuelven a meter al horno para una segunda cocción que puede variar entre 800C° y 1000C° según el tipo de esmalte y los efectos deseados.

Durante la segunda cocción, y precisamente por efecto del fuego, el color del esmalte suele cambiar según su posición en el horno dando lugar a una gran variedad de tonos. Esta variación de tonos cromáticos se obtiene con el empleo de sustancias naturales o de óxidos metálicos, como el plomo, el cobalto, el estaño, el kohl, el cobre o el manganeso.

Colocación:

Hasta finales de la primera mitad del siglo XX el Zellige se colocaba a modo de puzle, una pieza tras otra, directamente en la pared/suelo de la mano de artesanos especializados en esta tarea que exigía un esfuerzo grandioso. Hoy en día, y gracias al desarrollo tecnológico, hemos desarrollado un método más simple para entregar las piezas en paneles precolocados de aproximadamente 40x40cm listos para poner en cualquier superficie por cualquier albañil cualificado.

Plazos de entrega:

Los plazos de entrega pueden varias entre 2 y 6 semanas según el modelo, la cantidad del pedido o las condiciones del transporte (condiciones marítimas, aduanas, otros pedidos simultáneos…).

Si el cliente lo desea, se le informará de todos los pasos relevantes de su pedido.